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Salud mental y medio ambiente: ¿Cuál es su conexión?

  • Foto del escritor: JOSE MANUEL CEBALLOS CORTES
    JOSE MANUEL CEBALLOS CORTES
  • 10 mar 2024
  • 4 Min. de lectura


16 octubre 2023


Palabras clave:


Salud mental, Medio ambiente, Derechos humanos, Ecoansiedad, Empoderamiento juvenil


Recientemente conmemoramos el Día Mundial de la Salud Mental, un recordatorio de que el bienestar psicológico y emocional es un derecho humano fundamental. Pero a menudo pasamos por alto que este derecho está intrínsecamente ligado a otro básico: un medio ambiente saludable.


La histórica resolución de la ONU reconociendo el derecho a un entorno limpio y estable pone de manifiesto que un planeta habitable es condición sine qua non para nuestra salud mental. Vivir en espacios degradados, respirar aire contaminado y presenciar los estragos del cambio climático nos enferma el alma.


La "ecoansiedad", ese temor creciente ante la crisis ambiental, es quizá el ejemplo más evidente de este vínculo. Especialmente la juventud sufre angustias profundas al ver hipotecado su futuro en un mundo que se deteriora sin freno.


Por ello, comprender esta íntima conexión debe ser un imperativo para gobernantes y líderes globales. Proteger la salud mental de sus ciudadanos requiere acciones urgentes por frenar el destrozo ambiental y transitar hacia un desarrollo verdaderamente sostenible.


De no abordar esta realidad, no solo pondremos en riesgo la supervivencia de ecosistemas enteros, sino que estaremos condenando a generaciones presentes y futuras a una existencia de zozobra mental ante un panorama desolador.  


El bienestar psicológico y la salud del planeta van de la mano. Escuchemos este apremiante llamado a revertir los daños antes que sea demasiado tarde.


La salud mental y el medio ambiente están intrínsecamente conectados


Aquí una reseña sobre el vínculo irrompible entre el medio ambiente y la salud mental:


El planeta que nos habita también habita nuestras mentes


En un hito trascendental, la ONU reconoció recientemente el derecho a un ambiente saludable y un clima estable como derechos humanos fundamentales. Esta resolución histórica pone de manifiesto la interconexión profunda e indisoluble entre la salud del planeta y la salud mental de quienes lo habitamos.


Celebramos el bienestar psicológico y emocional como un derecho universal, pero no podemos ignorar que un entorno habitable y respirable es condición indispensable para garantizar ese derecho. Permitir la degradación ambiental es atentar contra nuestra propia salud mental.


Los estudios científicos son contundentes: vivir rodeados de contaminación, pérdida de biodiversidad y amenazas climáticas desencadena una variada gama de trastornos psicológicos como depresión, ansiedad y estrés crónico. 


Respirar aire tóxico, contemplar la deforestación de nuestros pulmones verdes o sufrir las inclemencias del cambio climático enferma nuestro bienestar tanto físico como mental. La naturaleza nos provee beneficios terapéuticos invaluables.


Este reconocimiento de la ONU es un aldabonazo que no podemos ignorar. Un planeta enfermo significa mentes enfermas. Proteger nuestros recursos naturales y frenar el deterioro ambiental es proteger nuestra propia salud mental y nuestro futuro como especie. 


El cuidado de la Tierra y el cuidado de nuestras almas están irremediablemente entrelazados. Un derecho humano indisoluble que los líderes mundiales deben salvaguardar sin más dilación.


Ecoansiedad va en aumento


La "ecoansiedad", un fenómeno cada vez más relevante, refleja la estrecha relación entre la salud mental y el medio ambiente. Especialmente entre los jóvenes, la preocupación y ansiedad sobre el estado del planeta y su futuro son crecientes. Esta ansiedad se manifiesta a través de emociones como el miedo, la tristeza, el enojo y la desesperanza, como respuesta a la crisis ambiental, exacerbada por eventos climáticos extremos y la degradación del medio ambiente.


Según el estudio "Ansiedad climática en niños y jóvenes y sus creencias sobre las respuestas gubernamentales al cambio climático: Una encuesta global" (2021), hasta el 60% de los jóvenes se sienten muy o extremadamente preocupados por el cambio climático, afectando negativamente sus vidas diarias.


La ecoansiedad surge en gran parte de la percepción de impotencia frente al cambio climático, donde se percibe que las acciones individuales son insuficientes para abordar el problema. Frente a esta conexión entre salud mental y medio ambiente, es crucial que los líderes mundiales y gobernantes tomen medidas efectivas para abordar esta crisis interconectada.


3 acciones para abordar la conexión entre salud mental y medio ambiente


El artículo destaca la necesidad urgente de abordar la interconexión entre la salud mental y el medio ambiente, reconociendo que un entorno saludable y un clima estable son derechos humanos fundamentales. Propone una serie de medidas que los líderes pueden tomar para enfrentar esta cuestión de manera efectiva.


En primer lugar, se enfatiza la importancia de fomentar una relación positiva entre los jóvenes y la naturaleza, promoviendo actividades al aire libre y programas de "Prescripción Social Verde" para mejorar su salud mental.


En segundo lugar, se resalta la necesidad de educar a los jóvenes sobre el cambio climático y cómo abordarlo, preparándolos para un mundo afectado por este fenómeno a través del aprendizaje y la experiencia práctica.


En tercer lugar, se destaca la importancia de enfatizar a los jóvenes que sus acciones pueden marcar la diferencia en la lucha contra el cambio climático, alentándolos a participar activamente en la protección del medio ambiente.


El artículo concluye recordando que la salud mental está intrínsecamente vinculada a nuestro entorno natural y que los gobiernos y líderes mundiales tienen un papel crucial en abordar esta conexión y garantizar un futuro sostenible para todos.


Conclusiones:


  1. Existe una conexión intrínseca entre la salud mental y el estado del medio ambiente, donde un entorno degradado puede impactar negativamente en el bienestar psicológico y emocional.

  2. La Asamblea General de la ONU reconoció el derecho a un ambiente saludable y un clima estable como derechos humanos fundamentales.

  3. La "ecoansiedad" es un fenómeno creciente, especialmente entre los jóvenes, que experimentan preocupación y ansiedad por la crisis ambiental y el futuro del planeta.

  4. Es crucial fomentar una relación positiva entre los jóvenes y la naturaleza, educarlos sobre el cambio climático y sus soluciones, y empoderarlos para que participen activamente en la protección del medio ambiente.


Apreciación personal:


La relación entre la salud mental y el medio ambiente es un tema de gran relevancia que a menudo se pasa por alto. Es alarmante ver cómo la degradación ambiental y el cambio climático están afectando la salud mental, especialmente de las generaciones más jóvenes. Es fundamental que los líderes mundiales y los gobiernos tomen medidas contundentes para abordar esta conexión, promoviendo la educación ambiental, el contacto con la naturaleza y el empoderamiento de los jóvenes para participar en la solución. Sólo así podremos garantizar un futuro sostenible y saludable para nuestro planeta y nuestra propia salud mental.


 
 
 

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